De todos modos, la aprobación ciudadana de la gestión de Biden es mucho mayor que la que tuvo Donald Trump en el mismo periodo, que se situó en el 38,8  por ciento. También es mayor que la que registró Bill Clinton, que terminó el segundo trimestre de su mandato con una popularidad del 44 por ciento, aunque está muy por debajo del 62  por ciento de aprobación que gozaba en el período similar el también demócrata Barack Obama.

La encuesta se realizó del 6 al 21 de julio con una muestra al azar de 1.007 adultos que viven en los 50 estados, y acepta un margen de error de 4 puntos porcentuales.

La medida de popularidad de Biden ocurre cuando los progresos de Estados Unidos en la lucha contra la pandemia de la covid 19 parecen haber encallado por la resistencia de una parte de la población a vacunarse y el consecuente aumento de los contagios.

Por otra parte, la economía continúa recuperándose, el índice de desempleo ha bajado al 5,9  por ciento y los especuladores en los mercados financieros siguen cosechando valores casi sin precedentes.

Pero, como recordó Gallup, los consumidores pagan ahora precios más altos por la gasolina y otros bienes, y Biden ha tenido dificultades para alcanzar el concierto bipartidista que prometió, lo que la inflación aumentó en los Estados Unidos.

Si se estudia la aprobación por votantes, el 90  por ciento de los demócratas aprueba la gestión de Biden, comparado con el 95  por ciento en junio. Sólo el 12 por ciento de los republicanos tiene buena opinión del trabajo del presidente, lo que mejora levemente el 11 por ciento en junio.

La mayoría de los estadounidenses se declara independiente, y entre estos la aprobación para la gestión de Biden bajó del 55  por ciento en junio al 48  en julio del 2021.