Se mete donde no lo llaman: haitianos se manifiestan contra la intervención internacional impulsada por Abinader
El sentido común indica que la intervención de la comunidad internacional en Haití aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es una gran noticia para el país, sin embargo, se han producido movilizaciones de haitianos en contra de ello, movimientos que, tal vez, podrían estar organizados y financiados por poderes económicos haitianos, norteamericanos, y otros con influencias, que se están beneficiando del caos y la violencia actual
El presidente Luis Abinader lleva años reclamando una intervención de la comunidad internacional en Haití. Sus llamamientos fueron escuchados, por fin, en la Asamblea General de Naciones Unidas donde fue evidente que los requerimientos del mandatario dominicano habían calado, sobre todo por la crueldad de los hechos.
Por esa razón, el pasado lunes el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el envío de una fuerza internacional para que el pueblo haitiano recupere el control de un país que se encuentra en manos de bandas criminales y corruptos que se benefician de las dádivas que reciben de grandes poderes económicos. Haití, aunque es uno de los países más pobres del mundo, tiene grandes recursos y riquezas que esas élites pretenden seguir controlando con total impunidad mientras el pueblo se muere de hambre.
Sin embargo, el anuncio de la intervención de la comunidad internacional ha chocado con la oposición de una parte de los haitianos que argumentan que Haití tiene derecho a la autogestión de su futuro.
De Haití se están lucrando empresarios haitianos e internacionales instalados en cualquier país del mundo, fundamentalmente en El Caribe, Latinoamérica, Europa y especialmente en Norteamérica que, además, cuentan con el apoyo y el aval de élites políticas que también se están beneficiando del caos de Haití.
Es evidente que la actual crisis fronteriza no es casual y que el éxito logrado por Luis Abinader no beneficia en nada a esas élites ocultas, a pesar de que sí lo hace tanto al pueblo dominicano, su pueblo, como incluso al haitiano que sufre la esclavitud social y humana. En cambio, los intereses económicos se pretenden imponer a los humanitarios, una vez más, les cueste lo que les cueste porque, da igual que vivan en Santo Domingo, Miami, Little Rock, Washington, Paris, Londres, Madrid o Toronto, esas élites lo tomarán como una inversión de la que sólo pueden obtener rédito si el caos continúa.
Por otro lado, ese éxito diplomático del presidente de República Dominicana no beneficia en modo alguno a los líderes de los partidos de la oposición, sobre todo cuando la cuestión haitiana es muy importante para el pueblo dominicano y faltan siete meses para las elecciones presidenciales.
De ahí que líderes como Leonel Fernández hayan realizado una campaña contra las medidas adoptadas por Abinader en la frontera con Haití, demostrando su falta de patriotismo ante un escenario en el que se ha vulnerado la soberanía nacional de República Dominicana.
El pasado lunes, cuando se hizo pública la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente dominicano señaló a través de sus redes sociales que “aplaudimos la aprobación por el Consejo de Seguridad ONU de la resolución que autoriza la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití. Significativo avance para la pacificación de Haití; abogamos por proceso definitivo de desarrollo institucional y económico por los haitianos”.
En el perfil de Leonel Fernández, que tan activo está en redes sociales para hacerse autopromoción, sólo se encuentra el silencio. El lunes su actividad se centró en retuitear un post de su partido sobre la proclamación de un candidato a senador. Sobre la decisión del Consejo de Seguridad, nada.