Además, Fernández manifestó su preocupación por la situación de los productores agrícolas, alegando que las políticas implementadas por el actual gobierno llevaran a la quiebra a este sector para el 2024.

El expresidente no ha escatimado en críticas, definiendo al gobierno de Abinader como «incumplidor y mala paga». Estas declaraciones apuntan a supuestos incumplimientos y problemas en el ámbito financiero que, según Fernández, estarían afectando la estabilidad económica del país.

El expresidente también hizo hincapié en la situación alimentaria del país, indicando que en 2020, cuando Abinader asumió el cargo, la importación de alimentos ascendía a 2,500 millones de dólares, a pesar de que el país producía el 85 por ciento de los alimentos consumidos. Además, advirtió que el gobierno tiene planes de duplicar esa cifra para 2024, llegando a 6,000 millones de dólares en importación de alimentos, lo que, según Fernández, resultará en la bancarrota de los productores dominicanos.

En un tono más político, Fernández ha expresado su escepticismo sobre la posibilidad de una reelección del presidente Abinader, asegurando que existen «7 pecados capitales» que impedirán su reelección. Estas declaraciones han generado tensiones en el Congreso Nacional, calentando el ambiente político y generando debate sobre el futuro político del país.

Las acusaciones de Fernández no han pasado desapercibidas, y se espera que generen un intenso debate en la esfera política dominicana en los próximos días. Los representantes del gobierno de Abinader aún no han respondido públicamente a estas acusaciones, dejando espacio para especulaciones y análisis por parte de la opinión pública.